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Falta de inspectores laborales

Prevention World , 07/09/2021
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UGT Castilla y León denuncia la falta de inspectores laborales

La Organización Internacional del Trabajo recomienda que la ratio de inspectores laborales se sitúe en uno por cada 10.000 trabajadores. Sin embargo, tal y como denuncia el sindicato UGT, Castilla y León queda lejos aún de estos parámetros, con un inspector por cada 14.000.

“Es claramente insuficiente”, asegura la Secretaria de Salud Laboral del sindicato en la comunidad, que también reconoce “un cierto esfuerzo” por parte de la Junta de Castilla y León, que ha anunciado para el presente 2021 la incorporación de más personal, en torno a una veintena de plazas. “Nos alegramos, porque redunda en una mejora del servicio, pero entendemos que siguen siendo pocos los efectivos para ejercer de una manera más efectiva la labor de control”. “Siempre tiene carencias, siempre es una cuestión menor”, ha lamentado la representante de UGT.

Entre enero y julio de 2021 se registraron en Castilla y León 27 accidentes laborales mortales: siete de ellos de los denominados no traumáticos, como infartos, seguidos de siete por atrapamiento, seis in itinere, es decir, camino del puesto de trabajo, seis accidentes de tráfico y uno más por caída. Son datos que mantienen la tendencia de 2019, el último año antes de la pandemia, y que preocupan a UGT. “Lamentablemente seguimos en una línea de accidentes de trabajo mortales prácticamente igual lo que demuestra que en el momento en que la actividad se va recuperando, vuelven los problemas”.

Muñiz considera que muchos de estos accidentes son evitables, para cuya explicación hay varios factores, como el aumento de la incertidumbre entre los trabajadores, lo que conlleva un agravamiento de la precariedad, que a su vez deriva en el miedo de los empleados a perder su trabajo. “Debería hacernos reflexionar porque muchas de esas muertes y accidentes son evitables”.

El presentismo tampoco ayuda ya que puede llevar a exceder las horas de trabajo y agudizar el cansancio del empleado: “Puede que el trabajador quiera hacerse ver en su empresa con un sobre esfuerzo que tiene consecuencias negativas”, señala Muñiz.

UGT denuncia también falta de inversión en prevención de riesgos laborales en las empresas y la formación de los trabajadores, ya que en ocasiones contemplan este apartado como un mero trámite. “Si no se les forma debidamente, por la gran temporalidad y la gran rotación, desconocen a qué se enfrentan y las medidas y recursos que tienen a su alcance”.

En Castilla y León entre enero y julio de 2021, hubo en total 11.958 accidentes laborales con baja. Las provincias de Burgos, Valladolid, León y Salamanca lideran este ránking, mientras que la distribución por sectores afecta más a la industria, la construcción y el comercio.“Es claramente insuficiente”, asegura la Secretaria de Salud Laboral del sindicato en la comunidad, que también reconoce “un cierto esfuerzo” por parte de la Junta de Castilla y León, que ha anunciado para el presente 2021 la incorporación de más personal, en torno a una veintena de plazas. “Nos alegramos, porque redunda en una mejora del servicio, pero entendemos que siguen siendo pocos los efectivos para ejercer de una manera más efectiva la labor de control”. “Siempre tiene carencias, siempre es una cuestión menor”, ha lamentado la representante de UGT.

Entre enero y julio de 2021 se registraron en Castilla y León 27 accidentes laborales mortales: siete de ellos de los denominados no traumáticos, como infartos, seguidos de siete por atrapamiento, seis in itinere, es decir, camino del puesto de trabajo, seis accidentes de tráfico y uno más por caída. Son datos que mantienen la tendencia de 2019, el último año antes de la pandemia, y que preocupan a UGT. “Lamentablemente seguimos en una línea de accidentes de trabajo mortales prácticamente igual lo que demuestra que en el momento en que la actividad se va recuperando, vuelven los problemas”.

Muñiz considera que muchos de estos accidentes son evitables, para cuya explicación hay varios factores, como el aumento de la incertidumbre entre los trabajadores, lo que conlleva un agravamiento de la precariedad, que a su vez deriva en el miedo de los empleados a perder su trabajo. “Debería hacernos reflexionar porque muchas de esas muertes y accidentes son evitables”.

El presentismo tampoco ayuda ya que puede llevar a exceder las horas de trabajo y agudizar el cansancio del empleado: “Puede que el trabajador quiera hacerse ver en su empresa con un sobre esfuerzo que tiene consecuencias negativas”, señala Muñiz.

UGT denuncia también falta de inversión en prevención de riesgos laborales en las empresas y la formación de los trabajadores, ya que en ocasiones contemplan este apartado como un mero trámite. “Si no se les forma debidamente, por la gran temporalidad y la gran rotación, desconocen a qué se enfrentan y las medidas y recursos que tienen a su alcance”.

En Castilla y León entre enero y julio de 2021, hubo en total 11.958 accidentes laborales con baja. Las provincias de Burgos, Valladolid, León y Salamanca lideran este ránking, mientras que la distribución por sectores afecta más a la industria, la construcción y el comercio.Organización Internacional del Trabajo recomienda que la ratio de inspectores laborales se sitúe en uno por cada 10.000 trabajadores. Sin embargo, tal y como denuncia el sindicato UGT, Castilla y León queda lejos aún de estos parámetros, con un inspector por cada 14.000.

“Es claramente insuficiente”, asegura la Secretaria de Salud Laboral del sindicato en la comunidad, que también reconoce “un cierto esfuerzo” por parte de la Junta de Castilla y León, que ha anunciado para el presente 2021 la incorporación de más personal, en torno a una veintena de plazas. “Nos alegramos, porque redunda en una mejora del servicio, pero entendemos que siguen siendo pocos los efectivos para ejercer de una manera más efectiva la labor de control”. “Siempre tiene carencias, siempre es una cuestión menor”, ha lamentado la representante de UGT.

Entre enero y julio de 2021 se registraron en Castilla y León 27 accidentes laborales mortales: siete de ellos de los denominados no traumáticos, como infartos, seguidos de siete por atrapamiento, seis in itinere, es decir, camino del puesto de trabajo, seis accidentes de tráfico y uno más por caída. Son datos que mantienen la tendencia de 2019, el último año antes de la pandemia, y que preocupan a UGT. “Lamentablemente seguimos en una línea de accidentes de trabajo mortales prácticamente igual lo que demuestra que en el momento en que la actividad se va recuperando, vuelven los problemas”.

Muñiz considera que muchos de estos accidentes son evitables, para cuya explicación hay varios factores, como el aumento de la incertidumbre entre los trabajadores, lo que conlleva un agravamiento de la precariedad, que a su vez deriva en el miedo de los empleados a perder su trabajo. “Debería hacernos reflexionar porque muchas de esas muertes y accidentes son evitables”.

El presentismo tampoco ayuda ya que puede llevar a exceder las horas de trabajo y agudizar el cansancio del empleado: “Puede que el trabajador quiera hacerse ver en su empresa con un sobre esfuerzo que tiene consecuencias negativas”, señala Muñiz.

UGT denuncia también falta de inversión en prevención de riesgos laborales en las empresas y la formación de los trabajadores, ya que en ocasiones contemplan este apartado como un mero trámite. “Si no se les forma debidamente, por la gran temporalidad y la gran rotación, desconocen a qué se enfrentan y las medidas y recursos que tienen a su alcance”.

En Castilla y León entre enero y julio de 2021, hubo en total 11.958 accidentes laborales con baja. Las provincias de Burgos, Valladolid, León y Salamanca lideran este ránking, mientras que la distribución por sectores afecta más a la industria, la construcción y el comercio.Organización Internacional del Trabajo recomienda que la ratio de inspectores laborales se sitúe en uno por cada 10.000 trabajadores. Sin embargo, tal y como denuncia el sindicato UGT, Castilla y León queda lejos aún de estos parámetros, con un inspector por cada 14.000.

“Es claramente insuficiente”, asegura la Secretaria de Salud Laboral del sindicato en la comunidad, que también reconoce “un cierto esfuerzo” por parte de la Junta de Castilla y León, que ha anunciado para el presente 2021 la incorporación de más personal, en torno a una veintena de plazas. “Nos alegramos, porque redunda en una mejora del servicio, pero entendemos que siguen siendo pocos los efectivos para ejercer de una manera más efectiva la labor de control”. “Siempre tiene carencias, siempre es una cuestión menor”, ha lamentado la representante de UGT.

Entre enero y julio de 2021 se registraron en Castilla y León 27 accidentes laborales mortales: siete de ellos de los denominados no traumáticos, como infartos, seguidos de siete por atrapamiento, seis in itinere, es decir, camino del puesto de trabajo, seis accidentes de tráfico y uno más por caída. Son datos que mantienen la tendencia de 2019, el último año antes de la pandemia, y que preocupan a UGT. “Lamentablemente seguimos en una línea de accidentes de trabajo mortales prácticamente igual lo que demuestra que en el momento en que la actividad se va recuperando, vuelven los problemas”.

Muñiz considera que muchos de estos accidentes son evitables, para cuya explicación hay varios factores, como el aumento de la incertidumbre entre los trabajadores, lo que conlleva un agravamiento de la precariedad, que a su vez deriva en el miedo de los empleados a perder su trabajo. “Debería hacernos reflexionar porque muchas de esas muertes y accidentes son evitables”.

El presentismo tampoco ayuda ya que puede llevar a exceder las horas de trabajo y agudizar el cansancio del empleado: “Puede que el trabajador quiera hacerse ver en su empresa con un sobre esfuerzo que tiene consecuencias negativas”, señala Muñiz.

UGT denuncia también falta de inversión en prevención de riesgos laborales en las empresas y la formación de los trabajadores, ya que en ocasiones contemplan este apartado como un mero trámite. “Si no se les forma debidamente, por la gran temporalidad y la gran rotación, desconocen a qué se enfrentan y las medidas y recursos que tienen a su alcance”.

En Castilla y León entre enero y julio de 2021, hubo en total 11.958 accidentes laborales con baja. Las provincias de Burgos, Valladolid, León y Salamanca lideran este ránking, mientras que la distribución por sectores afecta más a la industria, la construcción y el comercio.

 


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